lunes, 26 de agosto de 2013

!Dios el mejor amigo en tu hogar!


"Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente". (1ª Pedro 3:7)

Si crees que el amor se ha perdido, en tu vida conyugal, busca de Dios, nadie mejor que Él para cambiar el rumbo de nuestras vidas y restaurar lo que se ha roto, en la relación. Si eres feliz, dale gracias, y cuida esa dicha. Pero, haz tu parte, practicando los principios del amor.

Recuerden el día en que se conocieron, ese momento que decidieron ser el uno para el otro. Piensen en sus hijos, ellos son el fruto de ese amor que nació entre ustedes.

Pedirse perdón, un don maravilloso que debemos tener y practicar los seres humanos. Comuníquense las cosas que no les gustan de su pareja, y trabájenlas juntos. No la juzgues sin razón aparente, no la ofendas delante de los hijos, no le infieras insultos, frente a otros.

Valórala (o), ámense cada día; oren juntos, que la oración siempre es escuchada por Dios. Pueden decidir ser felices o infelices toda la vida!. Ustedes eligen.    

!Dios les bendiga siempre!